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Principalmente hay que tener en cuenta las rutinas de baño, cepillado de pelo, limpieza de dientes, limpieza de oídos y ojos, y corte de uñas, como labores esenciales de cuidado.
1. La hora del baño
¿Con qué frecuencia debemos bañar a nuestro perro?
Los perros activos y que viven o juegan al aire libre probablemente tendrán que ser bañados más a menudo que los que pasan más tiempo dentro de casa. Para un perro que vive en la ciudad se recomienda un baño al mes si tiene el pelo largo y uno cada dos meses si tiene el pelaje corto. Todos los perros necesitan un baño en algún momento. La frecuencia depende mucho de su estilo de vida. Tener en cuenta que un exceso es perjudicial para la salud de la piel, lavarlos demasiado puede eliminar los aceites naturales que los perros producen para mantener sanas piel y capa. Esto puede hacer que su piel se vuelva seca y escamosa.
Prepararemos el baño con agua a unos 39º de temperatura. Es importante elegir un champú específico para mascotas, ya que el PH de los perros y el de los humanos no es el mismo. Igualmente es interesante escoger productos específicos para su tipo de pelo (largo, corto, rizado, etc…).
Durante el proceso de baño, es importante evitar que le entre agua en los oídos. No olvides realizar también una limpieza de ojos, con una gasa humedecida en suero fisiológico para eliminar las legañas.
2. El cepillado correcto para nuestro perro
El cepillado del perro es una rutina importante en la higiene de nuestra mascota. Deberás cepillar su pelo diariamente para eliminar toda la suciedad que acumula el pelo durante sus paseos y juegos al aire libre. Además de por motivos de higiene, constituye un hábito importante para mantener sana su piel.
La mejor forma de realizar el cepillado es desde la cabeza hasta la cola, utilizando para ello un cepillo con púas separadas adecuado a su tipo de pelo. No olvides observar si la presencia de pulgas u otros parásitos para poderle dar el tratamiento necesario ante la primera señal de alarma.
3. Una óptima limpieza dental
El cuidado de su boca también constituye una rutina de higiene fundamental. Cepilla sus dientes al menos dos veces por semana para evitar dolencias como infecciones o inflamaciones de encías.
4. Limpieza de oídos de nuestro perro
Una correcta higiene auditiva es otro elemento indispensable en la salud de tu perro. En el caso de perros de orejas grandes deberás realizar una revisión más frecuente de sus oídos, para ver si tienen suciedad que los obstruya, de forma que se recomienda una limpieza al menos una vez por semana. En el caso de perro de orejas pequeñas, puedes realizar esta revisión cada quince días.
A la hora de la limpieza, utiliza una tela suave o gasa impregnada en producto específico para la higiene auditiva de tu perro.
5. Corte de uñas de nuestra mascota
Es uno de los hábitos más olvidados y uno de los más importantes. Requiere su técnica, de forma que tu veterinario te podrá indicar cómo cortarle las uñas sin lastimar. Es fundamental realizar este hábito para prevenir uñas encarnadas e infecciones, con los posteriores problemas que podrían conllevar.
Incorpora estas rutinas de cuidado y conseguirás favorecer el bienestar y salud de tu perro. Ante cualquier duda, consulta tu veterinario y te indicará cómo proceder en el caso específico de tu mascota, ya que estas rutinas de cuidado pueden variar en función de su tamaño, características o edad.